Buenas Noticias para la Economía Peruana. ¿Qué hay detrás del 5.4%?

La industria peruana sigue demostrando señales de recuperación tras varios años de desafíos, marcados por factores internos y externos que afectaron su desempeño. Según los últimos reportes del Instituto de Estudios Económicos y Sociales (IEES) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), el crecimiento del sector industrial alcanzó un 5.4% en el tercer trimestre del 2024, con un sólido aporte tanto del sector primario como del no primario. Esta cifra es alentadora en un contexto donde la estabilidad económica resulta clave para consolidar las mejoras.

En el mes de septiembre, la producción industrial avanzó un 2.7% interanual, acumulando tres meses consecutivos al alza. Este crecimiento se construyó sobre bases diversas: en julio se registró un aumento del 10.9%, mientras que agosto aportó un 2.9%. ¿Qué explica este desempeño positivo? Principalmente, el dinamismo de la manufactura no primaria, que avanzó un notable 6.2% en el trimestre, aunque el sector primario, con un incremento del 2.8%, también desempeñó un papel importante. El sector no primario incluye rubros de mayor valor agregado, como la fabricación de muebles, prendas de vestir y vehículos automotores.

Los motores del crecimiento: bienes de consumo y capital

Un análisis más detallado muestra que los bienes de consumo y capital lideraron la recuperación en septiembre. Los bienes de consumo crecieron un 7.9%, destacándose productos como muebles y prendas de vestir. En tanto, los bienes de capital registraron un notable avance del 20.3%, impulsados por la producción de maquinarias y vehículos automotores. Este dinamismo compensa la caída de los bienes intermedios, que retrocedieron un 1.1% debido a una menor producción de insumos como productos metálicos estructurales y cerámicas.

Entre los subsectores más destacados, la fabricación de muebles sobresalió con un impresionante crecimiento del 38.5%. Este aumento respondió a una mayor demanda tanto en el mercado interno como en el externo, especialmente de muebles de plástico y metal, así como de asientos con estructura de madera. Por otro lado, el sector de prendas de vestir, excluyendo las de piel, creció un 30.6%, gracias a una mayor producción de productos como blusas, polos y pijamas. Estos avances subrayan la capacidad del sector no primario para adaptarse y crecer pese a las adversidades.

Retos del sector primario

A pesar del buen desempeño global, la industria primaria enfrentó retos significativos, con una contracción del 2.4% en septiembre. Este retroceso se debe, en gran parte, a la caída en la elaboración y conservación de pescado, crustáceos y moluscos, que se redujo un notable 29.8% debido a una menor captura de anchoveta y otras especies destinadas a la producción de harina y aceite de pescado. Asimismo, la fabricación de productos derivados de la refinación de petróleo disminuyó un 7.7%, afectando los resultados globales del sector.

Sin embargo, cabe destacar que, a pesar de estas dificultades, el sector industrial sigue siendo uno de los pilares más importantes para el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI). En septiembre, la industria aportó 0.3 puntos porcentuales al crecimiento del PBI nacional, posicionándose como la tercera actividad económica con mayor contribución al resultado total, que alcanzó un avance del 3.2% interanual.

Perspectivas a largo plazo: ¿Consolidación o recuperación temporal?

El desempeño acumulado de la industria entre enero y septiembre refleja un crecimiento moderado pero constante, especialmente en la manufactura no primaria, que logró un avance del 0.5% respecto al mismo periodo del 2019. Aunque esta cifra puede parecer modesta, cobra relevancia en un contexto donde los sectores de mayor valor agregado son clave para diversificar la economía y generar empleo de calidad.

El desafío radica en consolidar este crecimiento. Sectores como el de bienes intermedios, esenciales para las cadenas de producción, necesitan superar los obstáculos actuales, como la caída en la fabricación de productos metálicos y cerámicas. El enfoque en mejorar la productividad y competitividad será crucial para que la industria peruana pueda mantenerse en una trayectoria ascendente.

Reflexiones finales

La recuperación de la industria peruana en el tercer trimestre del 2024 es un paso positivo en la dirección correcta, pero aún está lejos de ser un terreno completamente sólido. Los datos evidencian la fortaleza de sectores específicos como los bienes de consumo y capital, mientras que las dificultades en el sector primario subrayan la necesidad de políticas que fortalezcan la sostenibilidad de la producción en todos los niveles.

En mi experiencia, estos ciclos de recuperación suelen ser frágiles si no van acompañados de una estrategia clara que fomente la innovación, la diversificación y la modernización de los procesos productivos. La pregunta clave que debemos hacernos es: ¿estamos listos para aprovechar esta recuperación y transformarla en un crecimiento sostenible a largo plazo?

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