Davivienda va por la compra de Scotiabank en Colombia y Centroamérica
La reciente noticia sobre Davivienda y su posible adquisición de Scotiabank en Colombia y Centroamérica podría marcar un hito en el sector financiero latinoamericano. Esta negociación, encabezada por el Grupo Bolívar, controlado por la influyente familia Cortés, simboliza no solo una expansión estratégica sino una apuesta importante por consolidar la presencia de Davivienda en la región. Los orígenes de esta transacción se remontan a rumores que surgieron a finales del año pasado, cuando comenzó a especularse que Scotiabank podría estar considerando una salida de algunos mercados en Centroamérica para redirigir sus esfuerzos al hemisferio norte, particularmente en Canadá, Estados Unidos y México.
Desde hace meses, Scotiabank inició conversaciones con varias entidades financieras, y Davivienda emergió como el jugador más interesado y, aparentemente, con la oferta más sólida. En medio de estas negociaciones, la familia Pacheco, conocida por fundar Colpatria y por ser propietarios del 43,9% de las acciones de Scotiabank Colpatria, ha hecho una petición especial: una prima adicional para compensar las recientes pérdidas en el valor de su participación. Este movimiento no es extraño en transacciones de esta magnitud, especialmente cuando el socio local ha visto mermada su inversión debido a la complejidad del entorno macroeconómico en los últimos años.
Para comprender la relevancia de esta negociación, vale la pena recordar la historia compartida entre Scotiabank y Colpatria. En 2012, la entidad canadiense adquirió el 51% del Banco Colpatria en una operación valorada en aproximadamente US$1.000 millones. Sin embargo, la familia Pacheco retuvo el control de otras áreas del grupo, como Constructora Colpatria y Colpatria Capital. Aunque Scotiabank intentó fortalecer su presencia en la banca personal y corporativa en Colombia, no todos sus segmentos han prosperado. De hecho, en 2017, la firma canadiense estuvo a punto de deshacerse de su división de banca corporativa en el país, la cual nunca logró un crecimiento sostenido hasta que Jabar Singh, el actual presidente de Scotiabank Colpatria, asumió el liderazgo y reorientó la estrategia hacia la recuperación de dicho sector.
El CEO global de Scotiabank, Scott Thomson, en una entrevista reciente con Forbes, subrayó el compromiso de la firma con el mercado colombiano. En sus palabras, la intención es revertir la tendencia de pérdidas recientes y lograr un desempeño mejorado en términos relativos. Este esfuerzo refleja una dirección cautelosa: Scotiabank continuará con operaciones en Colombia, pero su foco estará en el segmento corporativo, como los sectores de infraestructura y grandes empresas, mientras que la banca personal podría pasar a manos de Davivienda, una institución que ha mostrado resiliencia y crecimiento en los últimos tiempos.
A nivel financiero, Davivienda se encuentra en una posición sólida, como lo evidencian sus utilidades recientes de $352.396 millones reportadas hasta agosto de 2024, en contraste con las pérdidas de $135.694 millones de Scotiabank Colpatria. Estos resultados reflejan que Davivienda ha dejado atrás la crisis que sacudió al sector, mientras que Scotiabank continúa enfrentando desafíos en la región. No es de extrañar entonces que el Grupo Bolívar, bajo la dirección de la familia Cortés, vea esta oportunidad como una vía de expansión para sus negocios, que incluyen no solo banca, sino seguros, construcción y otras inversiones importantes en el país.
José Alejandro Cortés, figura clave en el crecimiento del Grupo Bolívar y uno de los hombres más ricos de Colombia, pasó el mando a su hijo, Miguel Cortés, en 2011. Desde entonces, la estrategia del grupo ha seguido enfocada en consolidar su posición en sectores estratégicos y diversificados, lo que ha resultado en un patrimonio estimado en $19,1 billones para el cierre de 2023. De ese total, $12,7 billones pertenecen a los accionistas controladores, principalmente la familia Cortés, una fortuna significativa aunque no suficiente para incluirlos en la lista global de millonarios de Forbes.
El valor de una potencial adquisición como esta es significativo en términos de crecimiento y posicionamiento regional. Para Davivienda, sumar Scotiabank Colpatria a su portafolio le permitiría consolidarse como un líder indiscutible en la banca de personas y pymes en Colombia y ampliar su red de operaciones en Centroamérica. Sin embargo, el movimiento no está exento de riesgos: asumir una operación que ha presentado pérdidas recientes supone un desafío, aunque Davivienda ya ha demostrado su capacidad para navegar tiempos difíciles y mantenerse en pie.
Este acuerdo, si se concreta, reforzará aún más el papel de Davivienda en el ámbito financiero colombiano y centroamericano, y al mismo tiempo permitirá a Scotiabank redirigir sus esfuerzos y capital a sus operaciones en Norteamérica y otros mercados clave.