¿A qué sectores les va mejor cuando la Fed recorta las tasas de interés?
Cuando la Reserva Federal de Estados Unidos decide bajar las tasas de interés, el mercado de renta variable entra en un escenario complejo que depende de varios factores, como la inflación, el crecimiento económico y el sector al que pertenece cada empresa. Históricamente, ciertos sectores y estilos de inversión han mostrado un desempeño más sólido que otros durante estos periodos de relajación monetaria. En especial, sectores con características defensivas y ciertos estilos de inversión como el momentum, el growth (crecimiento) y el quality (calidad) tienden a beneficiarse más en este tipo de entornos.
Sectores defensivos y su resistencia ante las primeras bajadas de tipos
Los sectores defensivos, aquellos que se caracterizan por ofrecer productos o servicios de demanda constante, tienden a tener un desempeño superior en los primeros meses tras la bajada de tipos. ¿Por qué ocurre esto? Porque los inversores, al percibir una debilidad en el crecimiento económico, buscan seguridad en sectores menos expuestos a las fluctuaciones económicas. Esto incluye sectores como el de atención médica, servicios públicos, y bienes de consumo básico.
Según los expertos de Schroders, esta tendencia se ha visto especialmente acentuada durante periodos de recesión, donde los inversores prefieren sectores con más estabilidad en sus ingresos, aun cuando la economía global se encuentra en declive. Este comportamiento refleja un desplazamiento hacia la seguridad en un entorno donde las expectativas de crecimiento son inciertas. Aunque no estamos necesariamente ante una recesión en el escenario actual, la lógica de la búsqueda de seguridad sigue vigente en los primeros meses tras una reducción de tipos de interés.
Los valores de estilo momentum y la confianza inversora
El estilo de inversión conocido como momentum, que se basa en invertir en acciones que han mostrado un rendimiento sólido en los últimos meses, ha sido históricamente uno de los más beneficiados tras los recortes de tipos. Este fenómeno es interesante porque, a medida que baja la tasa de interés, la confianza del inversor tiende a recuperarse, y las acciones con mayor inercia positiva continúan subiendo. De hecho, el análisis de Schroders muestra que los valores momentum tienden a comportarse muy bien antes y después de la primera bajada de tipos.
La lógica detrás de este comportamiento radica en la psicología del mercado. Los inversores, al ver que la Fed toma medidas para apoyar la economía, suelen renovar su confianza en las acciones que ya han mostrado solidez en los meses previos. Es como si las primeras bajadas de tipos marcaran un punto de inflexión donde el capital fluye hacia los ganadores del mercado.
El sector tecnológico y su recuperación tras las primeras caídas
Si bien los sectores defensivos son los que inicialmente muestran mayor fortaleza, con el tiempo algunos sectores cíclicos también comienzan a beneficiarse. Dentro de este grupo, el sector tecnológico es uno de los más interesantes. En el pasado, ha demostrado cierta volatilidad inmediatamente después de los recortes de tipos, pero una vez que el mercado digiere la noticia, tiende a recuperarse de manera notable.
A pesar de que, según los expertos de Schroders, el sector tecnológico mostró un rendimiento inferior en los primeros meses tras la bajada de tipos durante la crisis de la burbuja de las punto com, este sector ha tenido un comportamiento positivo en la mayoría de los ciclos de relajación monetaria. Esto se debe en parte a la naturaleza de las empresas tecnológicas, que tienden a beneficiarse en un entorno de tasas bajas, ya que los menores costos de financiamiento impulsan la inversión en innovación y crecimiento.
Empresas de crecimiento y calidad: un refugio sólido
Además de los valores momentum, las acciones de crecimiento (growth) y de calidad (quality) han mostrado rendimientos positivos durante los ciclos de recorte de tasas. Las acciones de crecimiento, aquellas que reinvierten la mayor parte de sus beneficios en expansión en lugar de distribuir dividendos, se ven favorecidas por un entorno de tasas bajas, ya que el costo del capital es menor, lo que permite financiar sus proyectos de manera más eficiente.
Las acciones de calidad, por su parte, son aquellas que tienen balances sólidos, rentabilidades consistentes y menor deuda. Este tipo de compañías tiende a desempeñarse bien cuando las tasas bajan, ya que los inversores las ven como refugios seguros en tiempos de incertidumbre económica. En un entorno donde la inflación se encuentra bajo control y las tasas de interés se reducen, estas empresas pueden mantener su competitividad y, al mismo tiempo, ofrecer cierta estabilidad a los inversores.
Sectores cíclicos: de los primeros en caer a los primeros en resurgir
El comportamiento de los sectores cíclicos en este contexto es doble: aunque inicialmente tienden a sufrir tras las primeras bajadas de tipos, con el tiempo pueden ofrecer mejores rendimientos. ¿Por qué caen al principio? Debido a la percepción de que el recorte de tipos es una respuesta a la debilidad económica. Sin embargo, conforme los recortes comienzan a impulsar la actividad económica y se estabiliza el panorama, estos sectores se tornan más atractivos por sus valoraciones reducidas.
Los sectores financiero y de consumo discrecional son ejemplos clave de este fenómeno. Ambos, aunque cíclicos, han mostrado un comportamiento relativamente sólido incluso en los primeros meses después de la bajada de tipos. El sector financiero, en particular, tiende a beneficiarse a medida que se estabilizan las expectativas económicas, y el consumo discrecional suele recuperarse a medida que los consumidores recuperan confianza en la economía.
Las pequeñas capitalizaciones: ¿beneficiadas o perjudicadas?
Otro factor interesante es el comportamiento de las empresas de pequeña capitalización (small caps). En el pasado, este tipo de empresas ha mostrado una capacidad para superar al mercado un año después de la primera bajada de tipos, especialmente cuando los recortes de tasas han sido más agresivos. Esto se debe a que, al ser más pequeñas y ágiles, estas empresas pueden adaptarse rápidamente a un entorno de tasas bajas y aprovechar oportunidades de crecimiento.
Sin embargo, desde mediados de los años 80, las pequeñas capitalizaciones han tenido un rendimiento más débil en comparación con el mercado en general, una tendencia atribuida a cambios estructurales en la composición de este segmento, como el aumento de la proporción de empresas financieras y una menor exposición a sectores tecnológicos y de consumo discrecional.
Un panorama de oportunidades selectivas
Aunque las primeras bajadas de tipos pueden generar volatilidad en el mercado, también abren un abanico de oportunidades en sectores específicos. Los inversores que buscan aprovechar estos ciclos de relajación monetaria harían bien en prestar atención a los valores momentum, de crecimiento y de calidad, así como a los sectores defensivos que ofrecen estabilidad en tiempos de incertidumbre. Sin embargo, a medida que el ciclo de recortes avanza, los sectores cíclicos también comienzan a brillar, proporcionando rendimientos atractivos a aquellos que pueden soportar la volatilidad inicial.